¡Que te integro leches!
Gabriel Lavado
“Se tienen que integrar”, “los tenemos que integrar”. Las dos afirmaciones anteriores referidas a la población inmigrada, aparentemente contrarias y alejadas la una de la otra, esconden el mismo error de base: se presuponen dos bloques sociales homogéneos. Por un lado, los inmigrantes, con dificultades para integrarse siempre superiores y, por otro, la sociedad nativa, con alta capacidad integradora, al menos hasta la llegada de los flujos migratorios procedentes de zonas más pobres. Llegada que ha puesto en jaque dicha capacidad, tanto por la saturación del mercado laboral como de los servicios públicos. Continuar leyendo »