Josechu Pérez Niz
“El PSOE se cargó el movimiento ciudadano”. El titular corresponde a la portada del semanario Lancelot en su última edición, y la frase se la adjudican a Andrés Barreto, máximo responsable de Intersindical Canaria en Lanzarote y promotor, ideólogo y concejal de Alternativa Ciudadana en Arrecife. En la entrevista, el sindicalista y político manifiesta que en el PSOE “lo que hacen es utilizar a algunos colectivos cuando les interesa y se han tomado su tiempo en crear organizaciones en torno a su ideología, algo que nunca nadie ha valorado”.
No seré yo quien, ahora, en este espacio, dé o quite razones a la frase de marras. De hecho, la preocupación de Lancelot al respecto es tremenda y lleva con ella un par de meses. La especial sintonía de algunos colectivos sociales con el PSOE se abordó en este blog hace unos meses: artículo de Jorge Marsá, “Colectivos sociales… de partido”, y otro de quien esto firma, “La rueda de prensa”.
Centrándome en lo manifestado por Barreto, sostengo que algunos representantes públicos tienen la facilidad de criticar en otros lo que han protagonizado previamente. Cierto es que, al acceder el PSOE al Gobierno Insular, los socialistas tuvieron la brillante idea de fichar como asesora a Irma Ferrer, portavoz de Ciudadanos por Arrecife y representante para la opinión pública de la unión de colectivos sociales, sindicales y ecologistas que empezaron a trabajar coordinadamente a principios de 2004 con el asunto del petróleo, con los inacabados procesos de ordenación territorial insular o con el Plan General de Arrecife. El PSOE decidió fichar, e Irma aceptó la propuesta.
Por esta circunstancia o no, la verdad que no lo sé, también es cierto que la intensidad de las acciones de estos grupos cívicos se desinfló con tal facilidad que ni un globo inflado a duras penas por un chinijo en San Ginés. Sin embargo, meter a todos esos grupos en el mismo saco, cosa que hace Barreto, o generalizar esa relación de parcialidad política a otros colectivos, supone tachar de politizado, por ejemplo, a WWF/Adena o a la Fundación César Manrique. En mi opinión, quien hace ese tipo de generalizaciones falsea la realidad, porque sabe que estas dos organizaciones, aunque hay otras, mantienen sus posiciones independientemente de los vaivenes políticos en la Isla, esto es, con independencia de quién esté en el gobierno.
El posicionamiento de Andrés no quedó ahí. Aprovechó la pregunta para salir al paso de la misma acusación que se hizo a Alternativa Ciudadana en sus primeros tiempos. El político y sindicalista manifestó que muchos acusan “a Alternativa Ciudadana de cargarse el movimiento social, algo que no hemos hecho nunca, porque las asociaciones son libres y hacen lo que quieren, y cuando necesitan el apoyo de AC-25M, lo tienen”. Dicho de otro modo, cuando Intersindical Canaria, que la dirige él, Andrés Barreto, pide ayuda a AC, que también la dirige él, Alternativa le presta su apoyo. O dicho de otra manera, cuando Alternativa Ciudadana necesita que El Guincho-Ecologistas en Acción organice alguna charla coloquio sobre el picudo rojo o Repsol en Latinoamérica, la organización ecologista la monta con sus fondos. O también se puede decir, porque ha ocurrido, que cuando Alternativa en Arrecife, Tías o el Cabildo precisa arrope social, ahí está El Guincho para sacar una nota de prensa en la misma dirección, y que es sólo una casualidad que coincida con lo expresado por los presuntos alternativos con anterioridad en plenos corporativos o en notas de prensa.
Está en lo cierto Barreto, las asociaciones son libres y hacen lo que quieren. Y nada podemos objetar a que El Guincho se erija en continuación de Alternativa. Siguiendo esta lógica, podemos sostener que nada pasa porque Ciudadanos por Arrecife haga presión social cuando el PSOE está en la oposición y repose cuando los socialistas ocupan plaza de gobierno. Las asociaciones son libres y hacen lo que quieren. Libertad, libertad, sin ira, libertad.
Tiene usted razón. Es claramente posible interpretar de las palabras de Barreto que hay colectivos que son guay por naturaleza intrínseca, los que están en mi onda. Y hay otras asociaciones que son unas traidoras, las que están en la onda del PSOE. Y así me lo guiso y así me lo como. Y no sabes la felicidad que siento.
O también podríamos sostener que ambos, PSOE y Alternativa, han tratado de adueñarse de determinadas voces. Y tanto uno como otro lo que han hecho es cagarla. O, ya va siendo hora, lo hay que hacer es desmitificar ese supuesto movimiento ciudadano que nunca existió, y si lo hubo ya ha sido absorbido o abducido por socialistas y alternativos. ¿Quién me ha robado el mes de abril? Que les aproveche, bichillos.
PD: La Opinión cierra durante agosto. Aprovecho la circunstancia para agradecer los comentarios críticos que ha recibido esta y otras columnas de este proyecto que lleva cinco meses de vida. Y nada, que nos vemos en septiembre, si así lo desean.
Jorge Marsá
11:01 | 31 Julio 2006 | Permalink
En ese artículo al que se refiere Josechu, decía yo que Ciudadanos por Arrecife había salido en auxilio del PSOE y el PTE justo cuando el partido lo creyó conveniente. No fueron pocas las críticas que recibí por decirlo.
Si nos viéramos obligados a resumir en un par de frases la historia de Ciudadanos por Arrecife, posiblemente pudieran ser de esta guisa: Ciudadanos fue un colectivo que surgió para proponer un urbanismo diferente en Arrecife y la mayor parte de su lucha se dedicó a impedir que se plasmara el tipo de urbanismo especulador que proponía el PEPA y a proponer algunos criterios alternativos. Esto es, que decir Ciudadanos es como decir contra este PEPA, contra el que se presentó hace ya muchos años y contra el que se aprobó hace diez días.
Por el momento, en estos diez días, nada se ha escuchado. Es de esperar que, en cualquier momento, se escuche la voz de Ciudanos por Arrecife denunciando la aprobación del PEPA, desmintiendo a los malpensados que muestran su opinión de que el silencio será prolongado, definitivo, porque la aprobación ha contado con el apoyo del PSOE.
En cuanto a las declaraciones de Andrés Barreto, qué decir. Pues que es un tío simpático y que le echa salero a la cosa, esto es, que sus declaraciones son como las del resto de los políticos, que ellos van a lo suyo y poco les importa si la realidad va por otro lado.
iluso
12:11 | 31 Julio 2006 | Permalink
A mí lo que me alucina es la cara, me alucina ,me alucina… ¡Cómo se puede tener tanta jeta!
Es impresionante, acabo de cumplir 50 años y todavia me sorprenden. ¡Joder, Andres ! Para, para, piensa tío. Hay gente ahí fuera, aunque no lo parezca, la hay.
iluso
12:18 | 31 Julio 2006 | Permalink
El anterior comentario es de Ginés. El otro día probé a ver qué se sentía utilizando un seudónimo y, la verdad, que me sentí chungo. Pero se quedó colocado en el blog y, sin darme cuenta, salió repetido. Pues eso Andrés que, con respeto, creo que ya vale ,que ya está bien, y que independiente de que uno en su epoca fuera una mierda, eso no justifica lo que están haciendo. Como le dije una vez a Marcos Paez, cuando empezó a demarrar, o paras ahora o no paras nunca. Repito, hasta con viejos cariños, visto de fuera, te me vas pareciendo al mencionado. Tú mismo.
luisin
13:02 | 31 Julio 2006 | Permalink
Pues yo me quedo con las tácticas del lancelot. Al puro estilo del mundo o el abc, que a veces dan bola a izquierda unida porque saben que si la gente vota por izquierda unida eso son menos votos para el psoe.
Y lo de utilizar una frase de un entrevistado para confeccionar un supertitular está ya muy visto. Saben que la gente se queda con el titular aunque ni siquiera compre la revista.
Y que conste que no lo digo porque el partido afectado sea el psoe, que la verdad es que me da un poco igual, sino porque siempre me han indignado las manipulaciones mediáticas. Sean del signo que sean.
Silvia
13:02 | 31 Julio 2006 | Permalink
No debería ser un problema, según mi parecer, que los partidos políticos intenten influir en los colectivos sociales y, aún más allá, recabar su apoyo para defender unas actuaciones políticas concretas. Más bien pienso que esto sería deseable e incluso imprescindible para fortalecer nuestras instituciones, dinamizar la vida pública, enriquecer el debate y encontrar las soluciones más adecuadas.
No creo que este artículo venga a desmentir lo anterior, sino a resaltar hasta qué punto lo teóricamente deseable lleva a consecuencia nocivas cuando pasa la criba de la realidad. Y la realidad es que todavía hoy los partidos políticos sólo entienden la participación social en términos de adhesión, no les interesa el debate público y consideran cualquier discrepancia un obstáculo. Claro que no podemos extrañarnos cuando en el interior de las propias organizaciones la crítica o la discrepancia están penalizadas.
Josechu
14:45 | 31 Julio 2006 | Permalink
De acuerdo, Silvia, claro está que los colectivos sociales tienen como objetivo principal influir en las decisiones públicas. Para eso están. También que los partidos procuren influirlos o converger con estos en sus dinámicas de actividad.
Otra cosa es que algunos de estos sean un calco total al partido este o aquél y que, además, den lecciones de lo que es ciudadanía o que incorporen a sus posicionamientos que hablan en representación del pueblo, con independencia y no sé qué otras cosas que no quiero acordarme…por eso, por lo que imaginan.
Luego sucede que, aún estando en el ideario de este o aquél colectivo, matizas o aplaudes a rabiar según quién emprende o aprueba esta medida u otra. El PTE desclasifica camas? Según El Guincho esas camas ya estaban desclasificadas. Y a juicio de los otros, después de un año de inactividad, el PTE está chachi, chachi. Y así, estoy de acuerdo con Ginés, no es manera porque uno percibe cómo y cuándo empieza pero no cómo y cuándo lo acabará. Acabará de joderla, sobreentiéndanlo.
Lola
19:15 | 31 Julio 2006 | Permalink
Josechu, todavía no te has recuperado de haber perdido las elecciones de El Guincho. Ya va siendo hora, de que te recuperes y que aceptes que la democracia tiene que se puede perder y dejes de lanzar bilis.
Josechu
22:13 | 31 Julio 2006 | Permalink
Lola, tienes toda la razón. Uno, que es, ante todo, antidemócrata.